Mediación intercultural: qué es, para qué sirve y cómo se aplica

En un mundo tan globalizado, en los países conviven personas de diferentes culturas, lenguas y tradiciones. Aunque es un motor de crecimiento, a veces también puede ser el epicentro de malentendidos y conflictos entre vecinos. Por ello, es importante que existe una persona, o mecanismo, que esté especializado en resolver conflictos en el marco intercultural para favorecer al diálogo, a la convivencia y el entendimiento. Y es aquí donde entra en juego la llamada “mediación intercultural“.

Según datos del INE, en España viven más de 6 millones de personas extranjeras, lo que representa el 12,6 % de la población total. En este contexto, buscar a un experto en un directorio profesional de mediadores, marcará un antes y un después a la hora de resolver un problema en sectores como la educación, la sanidad o la atención social. 

¿Qué es la mediación intercultural?

La mediación intercultural es un paso previo y obligatorio antes de recurrir a la vía judicial tradicional para resolver un conflicto o problema entre personas o grupos de distintas culturas. El objetivo principal de estas sesiones es generar un espacio donde se favorezca la convivencia para evitar que la diferencias culturales acaben en una fuente de exclusión o enfrentamiento. 

Será el mediador quien se ocupe de tener lazos y unir ambas culturas, ayudando a interpretar tanto el idioma como los códigos sociales y creencias. Esta figura es clave para transformar conflictos culturales en oportunidades de aprendizaje y cohesión social.

¿En qué contextos se aplica la mediación intercultural?

La mediación intercultural es útil en cualquier ámbito, ya sea laboral, educativo o social. 

Centros educativos con alumnado de distintas nacionalidades

Uno de los espacios donde más se recurre al servicio de mediador intercultural es el educativo. Entre las cuatro paredes del aula conviven muchas culturas y estudiantes de orígenes diversos, llegando a generar situaciones de discriminación o aislamiento. El mediador ayudará en estos casos a crear un clima inclusivo, fomentando el respeto y la cooperación entre los alumnos. 

Servicios sanitarios con pacientes de diferentes orígenes culturales

En el sector sanitario también suelen darse malentendidos a raíz de las diferencias entre culturas. Por ejemplo, en prácticas de medicinas aceptadas o en la comunicación con el personal sanitario. 

Administración pública y atención a población migrante

Al comenzar una nueva vida en otro país es necesario por pasar por temas burocráticos y, si la falta de entendimiento hace que se creen dificultades para conocer todas las normativas y los derechos. La mediación intercultural mejora el acceso a servicios y evitando conflictos con las instituciones.

Entornos laborales multiculturales

La diversidad en el lugar de trabajo puede enriquecer los equipos, pero también dar lugar a tensiones si no se gestionan adecuadamente las diferencias culturales. El mediador interviene para prevenir malentendidos, mejorar la comunicación interna y promover un entorno laboral sano.

Funciones del mediador intercultural

Las funciones del mediador intercultural son diversas, pero todas ellas comparten el mismo objetivo: llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. 

  • Garantiza que las partes comprenda, no solo el idioma, sino también los valores y las normas sociales. 
  • Previene y resuelve conflictos derivados de malentendidos culturales, facilitando el diálogo y promoviendo soluciones que favorezcan a todos. 
  • Fomenta la integración, el respeto y la convivencia 

Requisitos y formación del mediador intercultural

No todo profesional es apto para ejercer de mediador intercultural. Estos son los requisitos y las diferentes formaciones que debe tener:

Conocimientos en diversidad cultural, lengua y marco legal

Es importante que el mediador intercultural domine varios idiomas para poder ejercer de puente entre diferentes culturas. Además, también tiene que comprender todos los derechos y deberes legales que afectan a la población migrante. 

Habilidades comunicativas, empatía y neutralidad

La capacidad de escuchar activamente, interpretar emociones y mantener una posición imparcial son cualidades esenciales para mediar eficazmente en contextos interculturales.

Formación específica en mediación social o intercultural

Al igual que hay cursos para especializarte en mediación familiar, también existen formaciones para hacer frente a conflictos entre dos culturas diferentes. En estos cursos preparan al profesional para que aborden el caso de forma ética y eficaz. 

Ejemplos reales de mediación intercultural

Estas son algunas situaciones reales donde el mediador intercultural debe intervenir para solucionar un conflicto:

Mediación en conflictos familiares entre generaciones de distinta cultura

En familias migrantes, los jóvenes pueden adoptar costumbres del país de acogida que entran en conflicto con los valores tradicionales de sus padres. El mediador actúa para encontrar un punto de encuentro y evitar rupturas familiares.

Casos en centros de salud con barreras lingüísticas o culturales

Por ejemplo, en muchas culturas la mujer no puede ser atendida por un médico varón. En estos casos, será el mediador quien actúe como puente para explicar los protocolos sanitarios y encontrar la mejor forma de adaptarse de forma respetuosa. 

Intervención en conflictos vecinales por diferencias de costumbres

Los ruidos, horarios o celebraciones religiosas son otros de los factores que hacen que hayan conflictos entre los vecinos, generando tensiones y varios problemas de convivencia. Un mediador intercultural ayuda a canalizar estas diferencias para evitar denuncias o confrontaciones directas.

La mediación intercultural es, hoy más que nunca, una herramienta clave para construir una sociedad cohesionada y justa. Y en MASC Mediación podrás encontrar al profesional que estás buscando para buscar la solución a tus problemas.